jueves, 13 de agosto de 2009

PONENCIA

PONENCIA
Integración y territorialidad entre los pueblos indígenas DEL ECUADOR
Nuestro objetivo en este trabajo es introducir y dejar planteados algunos de los ejes problemáticos que creemos relevantes para abordar la problemática de integración y territorialidad de los pueblos indígenas en Ecuador.
Tomaremos como referencia la lucha por la tierra la de la Comunidad Galte Jatun Loma y Galte Laime de la provincia de Chimborazo, en el marco de los particulares escenarios provinciales y la de las Organizaciones Indígenas de Ecuador que han llevado a la integración de estas dos comunidades.
La elección de la escala provincial en la base de este análisis responde a la constatación de que la configuración de distintas estrategias de lucha de las organizaciones indígenas, y hasta la conformación de su identidad como pueblo, se encuentra atravesada por las particularidades de los escenarios políticos, sociales, culturales, y aun históricos, que cada provincia del Ecuador posee. En tal sentido, creemos que el análisis comparativo de las organizaciones indígenas de Ecuador que seleccionamos pondrá de manifiesto no sólo la diversidad de prácticas y definiciones esgrimidas por las distintas comunidades, sino también la forma en que los contextos provinciales determinan en cierta instancia, estas luchas. Tomando entonces como punto de partida este supuesto, queremos mencionar brevemente algunos de los elementos conceptuales que nos guían en esta exposición. Una de las principales nociones que tomamos como eje es la de identidad. La polisemia de este término nos obliga a precisar que entendemos por la misma a “…un conjunto de repertorios culturales interiorizados, valorizados y relativamente estabilizados, por medio de los cuales los actores sociales se reconocen entre sí, demarcan sus fronteras y se distinguen de los demás actores dentro de un espacio históricamente específico y socialmente estructurado.” (Bello, 2004: 31). Es decir, la identidad étnica es una construcción histórica y relacionada con el contexto estructural en la que está inserta.
Por cuestiones de espacio no nos explayaremos aquí sobre esta cuestión, pero vemos necesario dejar asentado que la identidad está en la génesis misma de la definición política y la acción reivindicativa de los sujetos que consideramos aquí. Precisamente sendos procesos de reconfiguración identitaria son los que nos ocupan en este caso, ya que los mismos han ido dando lugar a estrategias diferenciadas de lucha por la reivindicación territorial y de integración.
Las políticas de reconocimiento que refieren a un nuevo indigenismo son el resultado, en cierto modo, de las luchas sostenidas por los pueblos indígenas, pero también sugieren la necesidad de interrogar acerca de las condiciones de posibilidad para que la “cuestión indígena” se instale como un tema de agenda pública en un contexto especifico. En este sentido, la sanción de un marco jurídico orientado al reconocimiento de diferencias culturales constituyó un aspecto fundamental del proceso que se ha denominado como “emergencia indígena”.
Elegimos los dos casos mencionados anteriormente para un análisis comparativo bajo el supuesto de que son dos exponentes claros de organizaciones que se constituyeron a partir de procesos de reconfiguración identitaria llevados a cabo bajo la influencia directa de elementos externos a su constitución, como ser, acciones desde el gobierno provincial, sanción de leyes afines, etc. Estos elementos, distintos en cada caso, pero con patrones comunes en cuanto a su composición e influencia sobre la organización, han podido generar condiciones de posibilidad para la lucha reivindicativa de estos pueblos indígenas que en principio puede enmarcarse a nivel teórico en lo que comúnmente se conoce como “estructura de oportunidades políticas”
Los derechos de los pueblos indígenas en referencia a tratados e instrumentos internacionales de derechos humanos, y el Convenio Internacional 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la OIT fue incorporado a la constitución del Ecuador del 2009 y ratificado en el mismo año 2009. A esto se suman en nuestro país (Ecuador) las leyes y decretos de las provincias, que incorporan estas cuestiones en forma particularizada. La problemática en torno a los pueblos indígenas volvió a adquirir dimensión pública a través de la difusión mediática de casos de muertes por desnutrición entre la población asentada en áreas rurales, evidenciando la crítica situación sanitaria que afecta particularmente a este grupo social. Se trata, pues, de dos hechos sociales que sirven para graficar la cuestión indígena en el Ecuador como un fenómeno que vuelve a ser asumido como un problema de interés público.
A través de las luchas, se intentaba hacer frente a distintas iniciativas que en ese marco surge como interrogante la posibilidad de vincular la problemática del acceso a la tierra con la crítica situación sanitaria que actualmente padece un sector importante de la población rural de la Ecuador en especial de la provincia de Chimborazo, y que pone en evidencia la vigencia de desigualdades instaladas desde la conformación de la estructura social. Esto último no con el propósito de aventurar explicaciones causales, sino más bien de analizar las condiciones que inciden en la conformación de escenarios de conflicto y los elementos que intervienen en la definición de un problema en el que, en primera instancia, se insinúa un vínculo estrecho entre identidad indígena, acceso a la tierra y vigencia de marcadas desigualdades. Trascurría el año 2004 cuando se produjo en provincia de Chimborazo y Tungurahua de Ecuador una explosión del volcán de características excepcionales. Este fenómeno dejó a una inmensa cantidad de pequeños productores de cuyes, frutales, ganado lechero en condiciones muy precarias, con lo que desde diferentes instituciones – la Iglesia, a través del arzobispado, diversas Ong´s, el gobierno del Ecuador se organizaron campañas de ayuda para palear las consecuencias de este fenómeno
En este contexto Ecuatoriano de movilización se produjo una creciente concientización de la situación económica y social de los campesinos – indígenas y no indígenas – que con el tiempo devendría en la posibilidad de pensar un modelo de organización de corte interétnico de mayor alcance.
En el transcurso de los noventa y hasta la actualidad, las organizaciones indígenas protagonizaron e interfieren en gran parte de las acciones directas de caídas de gobiernos a través de su gran poder de integración entre sí por causas comunes.
A MODO DE CIERRE
De este modo, con esta breve descripción de las experiencias de la Comunidades de Chimborazo – Ecuador, pretendemos introducirnos en la problemática planteada anteriormente, que nos permite analizar la influencia de sendos escenarios de en marcación provincial – sin prescindir por ello del contexto general nacional y regional – en el surgimiento de las organizaciones, y puntualmente en su constitución identitaria orientada a la lucha por la tierra y la integración.
Conclusiones:
Esta breve ponencia nos ha permitido dejar esbozados algunos lineamientos de las formas que han ido tomando la identidad y lucha por el territorio de las comunidades la integración y unidad indígena de acuerdo con los distintos contextos provinciales en que se enmarcan.
A partir de aquí esperamos densificar esta propuesta con mayores y variados aportes teórico-conceptuales, y sobre todo, con la propia experiencia en el trabajo de campo.
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
Experiencias de los habitantes de las comunidades Galte Laime y Galte Jatun Loma- Guamote- Chimborazo - Ecuador

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C.I.P.A.O DECLARACION DE PRINCIPIOS


Primero .- El C.I.P.O no olvida ni olvidará junto a los diversos Pueblos Indígenas del Conteniente Americano, aquella nefasta fecha de 12 de octubre de 1492, donde se tomara por asalto nuestras tierras y territorios para saquear libre y voluntariamente nuestros recursos naturales y nuestros tesoros; distorsionando al mismo tiempo nuestros sistemas de creencias y valores. Y sobre todo intentar separar nuestra relación espiritual y material con nuestra madre tierra. Ésta, sólo cabe en dos frases “invasión y saqueo”, ordenada y compartida por el “Soberano Rey” y sus agentes del siglo pasado. Ello implica, tortura del pueblo indio por más de 514 años.

Segundo al mismo tiempo, reitera que la invasión y saqueó significó otorgar un calificativo a los hombres y mujeres que habitaban en el continente americano llamándolos “INDIOS o INDIAS” considerándolos como bestias o seres inferiores, bárbaros sin alma, por los que había que cristianizarlo. EL resultado: nos entregó la Biblia y nosotros los entregamos nuestras tierras y sus recursos. Ahora sus descendientes tienen nuestras tierras para usufructuarlos convertidos en mercancías y nosotros tenemos su Biblia, más no podemos convertirlos en la mercancía, sino sólo comer palabras en la esperanza de ser felices después de la muerte (paraíso celestial), más ellos deben ser felices antes de la muerte a costa de lo nuestro (paraíso del dinero a la vista muy lejos del infierno).

Tercero .- A pesar de la destrucción de nuestras wacas (templos sagrados) y sobre todo el intento de destrucción de nuestras culturas; nuestros pueblos han resistido (resisten) y han buscado permanentemente sus reivindicaciones para que se nos permita vivir como pueblo de conformidad a nuestros sistema de creencias y valores. Esta resistencia es y fue contra el pensamiento de Sócrates, Aristóteles y otros que decían que unos nacían para ordenar y otros a obedecer, porque a naturaleza hizo destino a los hombres libres y esclavos. Este pensamiento corresponde a la sociedad de esclavos y asesinos incluidos el ecocidio y el etnocidio.

Cuarto deseamos resaltar y honrar a aquellos indios e indias que resistieron a la sociedad dominante y exclucionista. Sobre todo, a quienes participaron en aquel septiembre de 1977, donde por primera vez llegaron a Ginebra Suiza, irrumpiendo forzada y triunfalmente al Palacio de la Naciones Unidas a nombre de sus pueblos de todo el mundo en busca de reconocimiento de “derechos colectivos para seguir viviendo como pueblos“ , de conformidad a nuestros usos y costumbres, como los habían hecho nuestros antepasados antes de la invasión y saqueó de nuestros patrimonio natural y cultural.

Quinto .- Como tampoco , olvida a los líderes Jefes indios de todas las naciones de América y otros contenientes que lucharon clandestinamente, en tanto que los otros fueron encarcelados en las mazmorras de las cárceles de los blancos bajo el “imperio de la Ley de ellos” o del “Soberano”, por el sólo hecho de reclamar nuestros derechos colectivos y la tierras confiscadas que siempre fueron nuestras.

Sexto .- Razones sobran, para conmemorar y honrar a todos los hombres y mujeres de los pueblos indígenas que ofrendaron sus vidas en la esperanza de recuperar sólo lo que es nuestro. Considerando que a través de la historia hemos sido torturados, explotados, marginados, humillados, odiados, despreciados, perseguidos y condenados con el que han intentado no sólo la extinción de nuestra cultura, sino de quitarnos la vida misma de nuestros pueblos. Donde los derechos humanos sencillamente nunca existieron ni existen a la fecha.


Septimo.-recuerda también que la Comisión de Derechos Humanos creó en 1995 un Grupo de Trabajo para examinar y debatir el texto original del “ proyecto de declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas” para su aprobación. Cuyo mandato fue revisar y redactar un texto consensuado en base al texto original que clarifique o mejore el sentido de la Declaración. El mandato no fue redactar “un nuevo texto ”, ni suprimir o añadir el sentido esencial de la Declaración .


Octavo- DERECHO a la “ libre determinación como Pueblo ” y la soberanía, acceso libre y control de “ tierras, territorio y recursos naturales ”. Porque ningún pueblo puede alcanzar un desarrollo humano sustentable si no tiene control colectivo sobre su territorio, la tierra y los recursos estratégicos. El territorio que ocupamos es el fundamento para el vivir con dignidad en el desarrollo, toda vez que somos la principal fuente y reserva moral para el sustento, tanto espiritual, material y ambiental para las presentes y futuras generaciones.

Décimo .- El sentido de la libre determinación y control de tierras, territorios y recursos naturales es un derecho colectivo y no individual , porque el individuo indígena de por si esta garantizada por el derecho colectivo. Además, claramente establecida en la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” y otros instrumentos internacionales.

Décimo primero .- Los gobiernos, a lo largo de los años han minimizado las formas de pensar, sentir y expresarse de los representantes indígenas negando a aceptar el texto original de la Declaración , más específicamente, los alcances de la libre determinación y el libre acceso control a nuestras tierras, territorios y recursos naturales, escondiendo su astucia de homogenización y dominación al igual que en el pasado colonial cuidando el imaginario de “integridad territorial de los Estados”. Pero quién se preocupa de la “integridad territorial de los Pueblos Indígenas”, cuando esto esta fragmentada, destrozada dibujando una mapa al que los indígenas nunca hemos solicitado tener tal cual nacionalidad impuesta



Decimo segundo por estos hechos referidos expresa que la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas se convierte en una Declaración sobre los posibles deberes de los Estados con sus indígenas reagrupados o individualizados . Hecho que retrocede a la época de vigencia de la Convención 107 de la OIT. El mismo artículo 1°, que da el tono de los artículos siguientes, fue distorsionado con la introducción de la frase "individuos" con el que se destruye la intención primera de la ONU de tomar como sujetos de la Declaración únicamente al los pueblos indígenas ; agregado que fue impuesto por los Estados, que fue aceptado por algunos delegados indígenas y combatido por por otras delegaciones indígenas. Esta adición enredaba la comprensión de los 44 artículos en su versión original con el que los Estados pueden negociar con individuos indígenas sus tierras, territorios y recursos naturales de toda su colectividad o aparte de ella amparados en sus derechos individuales.

Décimo tercero.- En suma, hemos reiterado que el suprimir o añadir o transformar el espíritu de la libre determinación, matan la esencia de la Declaración limitando el goce y ejercicio del derecho de libre determinación de los pueblos indígenas que es un principio IUS COGENS, una norma de derecho internacional general del más alto grado de jerarquía jurídica, de necesaria aplicación universal y un derecho inalienable de todos los pueblos.

Décimo cuarto.- Asimismo, hemos reiteramos que, nada de lo mencionado será posible si es que se impide la vigencia de la libre determinación. Y es más, los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (aprobada por la Asamblea General de la ONU , 2000 ) corroboradas en Johannesburgo tampoco podrán cumplirse, aún cuando los países ricos y pobres se comprometieron a hacer todo lo posible para erradicar la pobreza, promover la dignidad humana y la igualdad, y alcanzar la paz, la democracia y la sostenibilidad ambiental . Para ello, y antes de 2015, se deben alcanzar ocho objetivos señalados, al que los gobiernos deberían comprometerse con hechos concretos para luchar contra la insuficiencia de ingresos, el hambre generalizada, la desigualdad de género, el deterioro del medio ambiente y la falta de educación, atención médica, agua potable entre otros. Caso contrario, la Declaración del milenio, sólo quedará como discurso, si es que, se continúa ignorando a los Pueblos Indígenas la libre determinación, el libre disfrute, acceso y control de los territorios y recursos naturales poseídos a lo largo de los años. Además de ellos, la supervivencia de los pueblos implica la construcción/ reconstrucción de nuevos saberes para comprender, planificar, administrar y resolver dificultades del uso racional y conservación de los recursos naturales de la mejor manera posible.

Décimo quinto- Dentro de este proceso, lamentamos que la Asamblea General de la ONU haya pospuesto la adopción del “Proyecto de Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”. Esta vez con la clara intromisión de los países africanos junto a los gobiernos de Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos, Canadá y otros a las cuales condenamos y expresamos nuestro rotundo rechazo. Toda vez que ella, evidencia la continuidad histórica, discriminación y exclusión sociocultural para que sigamos siendo mendigos y sirvientes en nuestra propia tierra viendo como los disfrutan los otros.

Finalmente , expresamos que el esfuerzo emprendido hace 29 años atrás y 22 años de debate en dos grupos de trabajo en la esperanza de recuperación de nuestra “dignidad” como pueblo en el seno de las Naciones Unidas no debe quedar impune, sino que éstas se materialicen efectivamente, aún cuando nuestras mínimas aspiraciones hayan sido minimizadas a su mínima expresión.

Por consiguiente , hacemos una invocación a los gobiernos para que adopten en próxima Asamblea General el “Proyecto de Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”. Y a los hermanos Pueblos Indígenas del mundo, instamos a estar vigilantes de las futuras acciones de la ONU para defender nuestros derechos colectivos y las libertades fundamentales de los Pueblos Indígena.

PROPUESTA


Lo anterior como consecuencia de que las comunidades indígenas hemos sido incansables en exigir una normatividad que se adecue a nuestra realidad y, especialmente, que respete nuestras características culturales en todo el sentido de la palabra. De esta manera, aunque a un costo muy alto en vidas de compañeros, detenciones y persecuciones, la lucha es un desafío para un futuro de grandeza para nuestros herederos de nuestra cultura de los principios de libertad dignidad de sus pueblos.

1. El rescate de la identidad indígena, con base en los valores milenarios y nuestras particulares formas de vivir y actuar.

2. La recuperación de nuestros territorios como fuente cultural y de autonomía así como de nuestro sentimiento de ser parte de la sociedad.

3. Reconocimiento Constitucional de la existencia, de la diversidad étnica y cultural, garantizando nuestros derechos y dejando la responsabilidad a las instituciones del Estado y la participación de nuestra comunidad en la promoción de nuestro desarrollo y el fortalecimiento de nuestras identidades armonía y convivencia con la naturaleza.

4. El mismo está dirigido a incidir en la elaboración, aceptación y aplicación de propuestas y políticas alternativas que tomen en consideración la demanda de tierra, territorio y control de recursos naturales de parte de los movimientos originarios de América latina.

5. Realizar la reforma agraria en los países que la tierra este concentrada en grandes latifundios nacionales en manos de extranjeros.

6. Respeto de los derechos humanos de los pueblos originarios y los campesinos.

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sábado 3 de enero de 2009

RAICES DE LOS PUEBLOS

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LAS RAICES DE LOS PUEBLOS

Las raíces de los pueblos se hunden en las tierras que los vieron nacer. Pasan las generaciones y los siglos y, a pesar de los movimientos, los cambios y la evolución propia de los seres humanos, las raíces siguen allí, aferradas al espacio que las alimenta, que les permite florecer y dar frutos continuamente…

Allí, en ese medio, crecen sus culturas, moldeadas y marcadas por las condiciones externas, a las que deben conocer y adaptarse si pretenden sobrevivir. Esas culturas crean palabras para designar cada detalle de su alrededor; inventan espíritus que pueblan sus valles o sus bosques, sus bahías y sus salinas; dibujan caminos y senderos en su geografía; aprovechan sus plantas y animales para alimentarse, para sanar, para hacer sus casas y construir sus artefactos cotidianos… Cada cultura, por ende, es única en sí misma, y expresa, también en forma única, un pequeño o gran espacio, ése que ocupó o que ocupa, ése que la nutre, ése en el que hunde sus raíces humanas, que no se ven pero se sienten, en especial cuando se arrancan…

Un pueblo que pierde su cultura propia pierde su identidad, esos rasgos que lo convierten en quién es y lo diferencian del otro. Pierde su historia, las experiencias acumuladas a lo largo de vidas y vidas, el aprendizaje de los éxitos y errores, las pequeñas cosas cotidianas que construyen la existencia del Hombre… Pierde su pasado y su presente, y al mismo tiempo, pierde la capacidad para soñar, imaginar y planear su futuro… Un pueblo

sin su cultura y sin su identidad pierde todo, y cae en un limbo del cual le es difícil salir.

Los pueblos originarios de Latinoamérica han sentido esa pérdida a través de su propia sangre y en su propia memoria. El genocidio, la discriminación, la esclavitud, la exclusión, el olvido, la presión aculturadora, las deportaciones forzadas, todo ello aparece en aquellos relatos históricos que se permiten dar la voz a los silenciados. Muchos de ellos desaparecieron para siempre, y no son más que una sombra en el recuerdo y algún artefacto en los museos. Otros sobrevivieron físicamente, pero no soportaron el embate y tuvieron que olvidar quiénes eran para continuar su camino en una sociedad que les negaba sistemáticamente el derecho a ser ellos mismos. Los más afortunados -los menos- siguieron viviendo como si nada hubiera ocurrido. Y otros se adaptaron, preservando su cultura allí donde nadie pudiera tocarla y viviendo de acuerdo a las nuevas reglas, tomando lo mejor del nuevo modelo y evitando -si era posible- lo peor. Para ello, a veces lucharon y resistieron usando las mismas armas del dominador (que no siempre fue extranjero), y otras callaron e intentaron pasar desapercibidos.

Fuese como fuese, todos perdieron algo: sus tierras, su lengua, su historia, sus costumbres, su comida, su música, sus danzas, sus sabios, su porvenir… De alguna forma, sin embargo, algunos consiguieron elementos que les permitieron seguir andando, es decir, construyendo, manteniendo y fortificando un nuevo sendero en busca de la libre expresión de su forma de ser, sin barreras ni límites.

Hoy en día, la cuestión indígena sigue ahí, a nuestro lado, presente, con sus heridas abiertas o cerradas, con sus miles de facetas y abordajes posibles, con sus cientos de opiniones diversas, con sus orgullosos movimientos o sus silencios… Quizás ya no sea tiempo de recordar pasados vergonzosos, dolorosos y humillantes para todos, sino de construir presentes nuevos, en los cuáles podamos vivir lado a lado, aprendiendo los unos de los otros, y buscando la solución a los problemas y el disfrute de los éxitos en forma conjunta. El hecho de no recordar, no tiene que significar necesariamente olvidar, pues sólo (re)conociendo la historia de quienes nos precedieron podemos seguir elaborando la nuestra propia.

Las bibliotecas y los libros no han sido elementos extraños a los pueblos originarios latinoamericanos. De una u otra manera, todos ellos tuvieron medios de codificación y preservación de sus saberes, aunque fueran radicalmente diferentes a los modelos occidentales, generalmente considerados como “los mejores”. La oralidad, los “libros vivientes”, los khipus, las láminas de madera

o de fibras de ágave pintadas, las piedras talladas, los entramados de muchos tejidos... todos ellos fueron un esfuerzo por salvar la memoria del olvido, y por permitir que la información más valiosa pudiera trascender las vidas humanas y fuera útil a las generaciones venideras. El mismo objetivo persiguieron las bibliotecas, allí donde las hubo. Ambos medios fueron exitosos, cada uno a su medida.

En la actualidad, en el contexto de una “Sociedad de la Información” poblada de brechas cada vez más profundas, la biblioteca y el conocimiento adquieren un valor especial: el del poder que contiene toda información estratégica. El poder de cambiar, de solucionar, de desarrollar, y también de impedir nuevas caídas. El valor de estas herramientas para las sociedades indígenas es altísimo: significa no sólo recuperar, conservar y revitalizar su acervo cultural propio, sino también enseñarlo al resto de la sociedad, y aprender de ella. Significa la posibilidad de un diálogo entre iguales.

Lamentablemente, un alto porcentaje de la población indígena de nuestro continente continúa “del otro lado” de la barrera informativa y educativa. No son los únicos: muchos otros sectores se ven en desventaja en este sentido. Pero en el caso de los pueblos originarios, la barrera es doble: por un lado, la discriminación, la exclusión y el olvido no les permite acceder equitativamente a los bienes (in)formativos disponibles en la actualidad; por el otro, y por las mismas razones, su cultura continúa siendo relegada, y su identidad, negada

COLECTIVO LOS PUEBLOS DE AMERICA ORIGINARIA

Es necesario y urgente elaborar una propuesta consensuada con las organizaciones sociales, originarias e indígenas y movimientos sociales, para refundar nuestra Latino America.

Queremos dejar establecidas aquí algunas opiniones sobre la situación actual y sobre los principios básicos que podrían guiar la elaboración de dicha propuesta.

Nuestra intención es contribuir con la realidad que los pueblos originarios que se han puesto a elaborar una alternativa para quitarse de encima la dominación secular que sufrimos y que el régimen capitalista neoliberal sólo ha reforzado y hecho más insoportable aún.

Este es un esfuerzo de articulación del cual todos tenemos que formar parte y debemos sacar adelante de forma urgente. En la unidad y la lucha conjunta por un programa único basado en los principios de la autonomía de los pueblos originarios y el poder popular de las minorías campesinas. Es la lucha por una justa reivindicación histórica que nadie puede negar, pero sabemos que tanto la O. N U y O E. A y Estados hacen de los derechos humanos oídos sordos a sus reclamos. Es por ello que nuestra organización esta orientada con los principios de la unidad para dar una real batalla en todos los campos.

El proyecto tiene como eje central apoyar a las organizaciones originarias- indígenas-campesinas para la difusión de sus propuestas a nivel de la sociedad civil para lograr su apoyo, además de la formulación y sustentación técnica y jurídica, en el objetivo de que puedan ser incorporadas en espacios de concertación, principalmente en la Asamblea Constituyente, Congreso Nacional, Gobierno Nacional y Gobiernos Provinciales para que se adopten como políticas públicas que conduzcan al desarrollo social y económico sostenible, superando la actual pobreza y marginación a que están sujetas los campesinos eindigenas.


MESA EJECUTIVA DEL QUE COMPONEN EL COLECTIVO INTERNACIONAL LOS PUEBLOS DE AMERICA ORIGINARIA






ARGENTINA.
Daniel Ruiz Piriz- danielruiz8@hotmail.com
Alicia Martínez -lusbelito2291@hotmail.com

ECUADOR.
Janneth Morales. jams2170@hotmail.com

PERU.
Lenka Pacuri Melendez- lenkypm@hotmail.com
KIKE REBAJA-kikin440v3@hotmail.com

COLOMBIA.
Saray Jhoselyn Perea Valencia- calicucuta27@hotmail.com

SAN SALVADOR. Rafael Armando Ramos- rafa00ramos@hotmail.com

REPUBLICA DOMINICANA. Jose Antonio. jose_socialista@hotmail.com

URUGUAY.
ELAINE CASTRO- pachamama25@hotmal.com

VENEZUELA.
Nhora Baez

BOLIVIA.
Jaime Xallasi

PARAGUAY.
Viviana Alexandra Cardo

BRAZIL.
Dulcineia Silva